Todo joven puede andar por caminos universitarios (si así lo desease) ya que durante su escolaridad construyen herramientas y se desarrollan como seres humanos capaces de enfrentar diversas situaciones.
Los jóvenes «waldorf» son portadores de un gran trabajo interior que les permite ser parte activa del mundo en el cual se encuentran, habiendo vivenciando formas inclusivas en lo social, llevando adelante actividades fraternas en relación a lo económico, siendo capaces de sembrar en el mundo nuevas formas.
Andar con paso firme en el mundo, confiando en la ayuda siempre presente del mundo espiritual, es la lucecita que guía el andar de estos jóvenes.